viernes, 11 de abril de 2025

VENTA DE INMUEBLES DE Dª MARÍA DOLORES Y D. JOSÉ VELARDE YUSTI Y OTROS A D. FEDERICO JOLY Y VELASCO

 

Cuatro mil ochocientos tres

Número novecientos sesenta.

Al margen:
Venta de inmuebles,
Mª Dolores y D. José Velarde y Yusti y otros a
D. Federico Joly

En la ciudad de Cádiz a diez y nueve de diciembre de mil ochocientos noventa y uno, ante mí Don José María Clavero y Gómez, notario de la misma y del ilustre Colegio de Sevilla, presentes los testigos que al final se expresaran, comparecen don Juan Bellido y Ramírez Arias, de treinta y dos años de edad, soltero, abogado, y vecino de Conil de la Frontera, con residencia accidental en esta ciudad, y don Federico Joly y Velasco, mayor de edad , casado, propietario y vecino de esta población, a quienes conozco, de que doy fe, asi como también de que exhiben su correspondiente cedula personal, la del primero, de oncena clase, número ciento quince expedida en Conil con fecha, veinte y uno de septiembre último, y la del segundo, de cuarta clase, número cinco mil noventa, expedida en esta ciudad a doce de Octubre del corriente año, y asegurando amistad---- con parientes que se hallan en el pleno goce y ejercicio de sus derechos cívicos, y teniendo, a mi juicio la capacidad legal necesaria para otorgar esta escritura, al don Juan Bellido y Ramírez Arias, dice:

Primero: xxxx apoderado de doña María de los Dolores, don José y doña María Candelaria Velarde y Yusti según resulta de las copias de escrituras que me exhiba en este acto, para que se las devuelva, como lo verifico, después de copiar a continuación los particulares de ellas, que se refieren al otro lote de la presente, y que dicen así:

miércoles, 2 de abril de 2025

A orillas del mar


A ORILLAS DEL MAR
José Velarde
A ORTEGA MUNILLA
Fotos de A. Cubiles

              I

Siempre que me hallo en la tierra
Hermosa donde nací,
Que aun á los moros aterra,
Alzada frente a la sierra
Del imperio marroquí,

Me suele el sol encontrar,
Cuando declina y desmaya,
Absorto viendo llegar
Á la arena de la playa
Las roncas olas del mar.

Ya sigo la blanca estela
De la bien ceñida nave
Que al dar al viento la vela,
Sobre las espumas vuela
Rozándolas como un ave;
Ya á algún pájaro marino
Que va tras el pez sin tino,
Zambulléndose en las olas,
E imitando con su trino
Dulcisimas barcarolas.

Ávido aún de belleza
Escalo el coronamiento
De una antigua fortaleza,
Que hunde en el mar el cimiento
Y en las nubes la cabeza;

Y á medida que adelanta
Mi ascensión, se me figura
Que la atlántica llanura
Lentamente se levanta
Suspendida de la altura.

Bien me pongo a contemplar
Los árboles de un pinar
Que parecen, inclinados
Ejércitos derrotados
Que van huyendo del mar

Estático de placer
Miro en las aguas caer,
Como en hirviente crisol,
El rojo disco del sol
Que se ensancha al descender,

Y al disiparse sus huellas
De amaranto y de carmín,
Aparecen las estrellas
Temblorosas, blancas, bellas,
Como flores de jazmín.

 


Llama en esto a la oración
El destemplado esquilón
De la ermita donde mora
La Virgen, dominadora
Del furibundo aquilón,

Y al escuchar el sonido,
El adusto marinero,
Que quizás juraba fiero,
Calla y se quita, vencido,
De la cabeza el sombrero;


Pues no existe en derredor
Marinero ó pescador,
Que al desamarrar la lona,
No le rece con fervor,
Una salve a su patrona;

Virgen santa, que presume
De no usar otra presea
Que de corales no sea,
Ni otro incienso que el perfume
Embriagador de la brea.

  



Y que por ricos ex-votos
Y por galas en su altar,
Quiere los vestidos rotos
De los náufragos devotos
Á quienes salva del mar.




 
             II

En las tardes de verano,
No ha mucho tiempo, solía
Encontrar allí un anciano
Que, como yo, se aplacía
Contemplando el océano.

El imperio de su faz,
Su nerviosa contextura
Y su voz áspera y dura
Contrastaban con la paz
De su vida y su dulzura;



Y supliendo la alta ciencia
Y el estudio de los sabios
Con el genio y la experiencia,
Cada frase era en sus labios
Una profunda sentencia.

A pesar de nuestra edad,
Nos puso en intimidad
El mismo amor de los dos
A la hirviente inmensidad
Que sirve de espejo a Dios:

Y aunque muy niño, al olvido
Dando amor, juegos y enojos,
Le escuchaba embebesido,
Con el alma en el oído
Y abierto, sin ver, los ojos.



 Una tarde en que la historia
Del valiente pueblo ibero
Trajimos a la memoria,
Jurando culto a su gloria
Y rencor al extranjero,

Con el habla estremecida
De quien tiene el alma herida
Por la pena o por el odio
-Oye -dijo- el episodio
-<
Más terrible de mi vida. >>-





Y temblando, absorto, mudo
Y con el rostro ceñudo
Permaneció largo rato,
Hasta que vencerle pudo
Y comenzar su relato.


 





                   III

-Dicen que todo dolor
Hasta el vengativo anhelo,
Encuentra dulce consuelo
O se convierte en amor
Cuando el alma mira al cielo;

Más allí los ojos guío,
Y el odio en el pecho mío
Se resuelve sin cesar,
Ya templado, ya bravío,
Siempre grande como el mar.

 






En vano vencerlo quiero;
Pues hallo dulzura en él,
Como las abejas miel
En las flores del romero,
Más amargas que la hiel.

Y es que esclava de ley dura
Desde el pecado de Adán,
En toda humana criatura
Fermenta la levadura
Maldecida de Satán,

 




Y hay heces en lo más hondo
Del alma del ser más bueno,
Como hay pestilente cieno
Depositado en el fondo
Del arroyo más sereno

IV

El primer recuerdo mío
Es haber visto a mi madre,
Una noche de agua y frío,
Besando con desvarío
El cadáver de mi padre;

La Venganza



LA VENGANZA
José Velarde
POEMA
---
A MI QUERIDO AMIGO EL EMINENTE ACTOR

DON RAFAEL CALVO

I

Hay frente al moro una aldea,
A la mar tan inmediata,
Que en las olas se retrata
Cuando crece la marea.
Admirada se recrea
La vista en aquel lugar,
Donde Dios quiso juntar,
A los encantos del suelo
Las maravillas del cielo
Y las grandezas del mar

II

Tan vivo allí se arrebola
El cielo, al salir el sol,
Que da envidia su arrebol
Al carmín de la amapola;
Y es de ver la misma ola,
Que en la arena de la playa
Rumorosa se desmaya,
Cómo, no lejos, rugiente,
Va a estrellarse en la rompiente,
A los pies de la atalaya.

martes, 25 de marzo de 2025

Bienes del Padre de Velarde


DESCRIPCIÓN DE BIENES QUE HACE AGUSTÍN VELARDE Y ESCALONA, EN CÁDIZ, A DOCE DE NOVIEMBRE DE MIL OCHOCIENTOS SETENTA Y DOS, ANTE EL NOTARIO DEL COLEGIO TERRITORIAL DE SEVILLA, NARCISO MARÍA LOZANO Y ROLDÁN.

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Fuente: Protocolo Cádiz, Legajo 5639, Folios 805 – 807. Archivo Histórico Provincial de Cádiz.

Noviembre 12 ochocientos cinco-805

Nº 3469436

Número ciento noventa y cinco

En la ciudad de Cádiz a doce de noviembre de  mil ochocientos setenta y dos: ante mi Don Narciso María Lozano y Roldan notario del colegio territorial de Sevilla, de este distrito y vecindad y testigos se expresarán pareció Don Agustín Velarde y Escalona
, vecino de Conil y residente en esta plaza, casado con Doña Mariana Liguria i mayor de edad de cuyo conocimiento residencia clase y fe; y asegurando hallarse e el pleno goce de los derechos civiles y que tiene cedula de empadronamiento, libre y espontáneamente dice --------------------------------------------------------

Que Doña María Dolores Bolaños y Simoni del propio vecindario, viuda y de edad de mas de sesenta años era dueña de las casas situadas en esta capital en la calle de Navas números Quince y diez y siete moderno, antes calle del Ángel número ciento ochenta y ciento ochenta y uno, que están unidas y miden una superficie de ciento noventa y ocho metros cuadrados los cuales lindan por la izquierda al este con finca número trece de los herederos de don Francisco Oneto, por la derecha al oeste con otra mia número ocho de don Manuel

Engraña y Arelles, que tiene la entrada por la calle de Hércules y por su espalda al norte con otra número seis también de esta ultima calle, propia de don Bartolomé Gómez Bustamante------------------------------

Las indicadas dos casas tienen sobre si un censo de cuatro mil cuatrocientos escudos de principal, impuestos por don José Bolaños por escritura de veinte seis de abril de mil setecientos cincuenta y tres, ante don José Bahamonte Escribano que fue de este número, a favor de la otra copia que firmado Don Alejandro Gómez de Baranda, para conservación y mantén una escuela de primaria contras en el lugar de sano Valle del Convento Arzobispal de Burgos, siendo un rédito anual el de ciento treinta y dos escudos: están satisfechas sus contribuciones y tienen de valor en la actualidad cuarenta y nueve mil quinientos reales, o sea doce mil trescientas setenta y cinco pesetas

Las adquirió la doña María de los Dolores por herencia de su padre don Pascual Bolaños y Novoa, instituida en el poder que testan que el mismo otorgó ante el exelentisimo de este número don Joaquín Rubio, en veinticuatro de febrero de mil ochocientos cuarenta y tres a favor don Pascual Mª Yusti bajo cuya disposición falleció en veintiocho del propio mes -------------------

sábado, 8 de febrero de 2025

Estrofas

A SELLES, CON MOTIVO DEL ESTRENO DE EL NUDO GORDIANO

I

Yo, Eugenio amigo, adiviné en tu frente
la gestación penosa de una idea,
y esperé ansioso su explosión fulgente,
como bajo la nieve que blanquea
las cimas de graníticas montañas
se adivina el volcán, que al fin flamea
arrojando la luz de sus estrellas.

II

¿Qué has hecho? Di. Crear como Dios mismo
al ser que sufre, al que delinque, al que ama
al que duda entre el cielo y el abismo;
de un problema envolverlos en la trama,
dar fuego á la pasión, y ésta encendida,
choque, lucha, conflicto, muerte….. drama…
es decir, el retrato de la vida.

martes, 28 de enero de 2025

El Invierno

A MI QUERIDO AMIGO
JUAN LÓPEZ VALDEMORO

I

Tan sólo aquello que entristece ó daña
Con vida y fuerza en el invierno frío,
El ciprés, el abrojo y la cizaña.

Seco está el bosque y el nidal vacío,
La fuente pura convertida en hielo,
Muda la alondra, desbordado el río;

Y para colmo de tristeza y duelo,
El viento ruge, brama el Océano,
Y en lluvias y rayos se desata el cielo.

lunes, 20 de enero de 2025

Acta Capitular de 5 de Julio de 1879 del Ayuntamiento de Conil

 A.N.C.F. Sig libro 66/4
Punto 5
Dada lectura a comunicación que dirije D. José P Velarde remitiendo un ejemplar de la leyenda en verso "Teodomiro o la Cueva del Cristo" obra que dedica a la Corporación, se acordó a propuesta del Sr. Lizardi por unanimidad se concedería un voto de gracias al Sr. D. José Velarde autor de dicha leyenda poética, y con el oficio de contestación se le enviase adjunto certificado del presente acuerdo y hágase constar, que para luego cambien las circunstancias económicas que desgraciadamente atraviesa la hacienda Municipal, se pasará comunicación al referido Sr. Velarde suscribirse este Ayuntamiento por el número de ejemplares que acuerde
P.D. Gracias a Paco Gonzalez y a Isabel Gonzalez por facilitarme esta información 

sábado, 4 de enero de 2025

Conil nombra hijo predilecto a José Velarde

El ayuntamiento de Conil (Cádiz) ha nombrado hijo predilecto de aquella población al ilustre poeta D. José Velarde, acordando a la vez que se coloque el retrato de este en el salón de sesiones de dicho municipio y dar el nombre de este esclarecido vate a la calle en que nació y se crió.

Fuente: La correspondencia de España 9 de febrero de 1889