miércoles, 30 de agosto de 2023

UN MONUMENTO QUE NO LO FUE (1922).

De como pasado un siglo de este recorte periodístico, si volviera a salir y ser realidad lo que en él se expone, un amplio sector del vecindario conileño lo vería con muy buenos ojos, como una manera de honrar a su ilustre hijo poeta. “… Calladamente llegó la muerte y se llevó a Velarde. Este no pudo ser una espléndida plenitud; pero fue una bella y malograda esperanza”.
Rafael Coca
*** Fuente: “ABC”, domingo 20 de agosto de 1922.

domingo, 27 de agosto de 2023

La Era en el Almanaque de la Gaceta Agrícola

LA ERA

A JUAN PEDRO DE AMAYA, POETA ESPONTÁNEO Y HONRRADO LABRADOS


I

El gallo, escarbando el suelo,
el gallinero atolondra;
sale del surco la alondra
cantando al alzar el vuelo;
el oscuro azul del cielo
se trueca en vivo arrebol,
mira a oriente el girasol,
suena la esquila en el monte,
enciéndese el horizonte
y surge radiante el sol.

II


Saliendo de sus hogares,
más que el sol madrugadores,
los honrados labradores
entonan dulces cantares.
¡Cuán exentos de pesares
por esos senderos van!
No hay en sus almas afán,
sus músculos son de hierro,
y cada cual tiene un perro
y parte con el su pan.

III

El gañán los muelles flojos
unce al carro, que rechina
bajo el peso de la hacina
hollando secos rastrojos.
Deshecho el haz en manojos
es alfombra de la era,
y una banda vocinglera
de pajarillos escaba
y se revuelca en la parva
y del grano se apodera.

IV

No pudiendo respirar
el aliento del estío,
echado en lugar sombrio
se vé al perro hijadear.
Hora es ya pues, de trillar,
y la indómita cuadriga,
que el fiero látigo hostiga,
dá vueltas apresurada
y su herradura dentada
va desgranando la espiga.

V

Despierta el viento dormido,
cuando el sol, con lento paso,
vá declinando al ocaso
de rojas nubes seguido;
dejando el grano crecido
lleva la paja ligero;
se echa el trigo en el harnero,
sale limpio como el oro,
y el carro lleva el tesoro
de las eras al granero.

VI

Terminada la faena,
van los hijos del trabajo
a sentarse ante el dornajo
que el fresco gazpacho llena;
y mientras dura la cena
dice cuentos un zagal,
ó bien un viejo formal,
que combatió á la facción,
hace horrible relación
de una batalla campal.

VII

Desde la fronda vecina
arrullan los ruiseñores
el sueño, a los labradores,
que duermen sobre la hacina.
La luna el cuadro ilumina
remontándose en la esfera,
y de la noche no altera
el silencio otro clamor,
que el del perro ladrador,
vigilante de la era.

José Velarde

Fuente: Hemeroteca digital BNE

José Velarde médico en Triana


Casas de socorro: D.José Velarde y Justi, S. Eloy 11. Parroquias de Sta. Ana y la Ó, todo el barrio de Triana

 Fuente: Hemeroteca digital BNE

sábado, 26 de agosto de 2023

José Velarde medico titular para asistencia gratuita 1874



Medicos titulares para la asistencia gratuita de enfermos pobres a domicilio.
Quinta demarcación.  Profesor, don José Velarde y Justi, Plaza de Arguelles 21, horas de consulta de dos a cuatro de la tarde

Fuente: Hemeroteca digital BNE

jueves, 24 de agosto de 2023

A José Velarde de Luis Montoto


 

AL SEÑOR DON JOSÉ VELARDE

IINSPIRADO POETA


Lejos del mundo en que un día
Del mundo los dos gozamos,
Y a conseguir aspiramos
Amor, gloria, y alegría,
Hoy mi corazón te envía,
En alas del raudo viento,
Un humilde pensamiento
Con mis lágrimas regado:
¡Pobre flor, que ha fecundado
La sabia del sentimiento!

Destrozada la armadura
Del dolor, que me he vestido;
Nuevo Lázaro surgido
De la triste sepultura,
El caliz de la amargura
Del labio aparto doliente,
Y en el arenal ardiente
Por donde corre sin calma,
Templo de sed de mi alma
De la amistad en la fuente.

Sé que la váría fortuna,
Fecunda en bienes y males,
Nos trató desde la cuna;
No me brindó dicha alguna;
Destino te dió halagüeño;
En ser infeliz me empeñó;
Tu ser feliz has logrado;
Yo vivo desesperado,
Y tú realizando un sueño.

Sé que á vivir en la historia
Del arte tu nombre empieza,
Y que ciñes tu cabeza
Con el laurel de la gloria.
Aun viene a mi memoria
Recuerdo de edad pasada,
Cuando mi palabra honrada
Te alentaba en tu camino;
¡Era cantar el destino
De un alma por Dios templada!

Cantas, y en tu ardiente lira
Se abrasa, al pasar, el viento;
Combates con fuerte aliento
La impiedad y la mentira;
La fé salvadora inspira
Tus más entusiastas sones,
Y alcanzas con tus canciones,
Más que laureles y palmas,
El imperio de las almas,
Reinando en los corazones.

Cual tú quise yo cantar,
Ave que perdió su nido;
Pero mis cantos han sido
Como las olas del mar;
En playas de pena a dar
Corren; los vientos las hieren,
Y aún cuando volverse quieren
A la mar arrepentidas,
En espuma convertidas,
Besando la arena, mueren.

Águila tú, que altanera
Tiene su rápido vuelo,
Cruzar puedes en tu anhelo
La ancha extensión de la esfera.
¿Quién seguirá tu carrera
Por el desierto azulado?
Tanto mi vuelo pesado,
A la tierra me sujeta;
Que sólo sabe el poeta
Al cielo a que tú has llegado.

Tú vuelas por las llanuras,
En las que el sol se recrea;
Bebes la luz de la idea
En celestiales alturas;
En piélagos de amarguras
Mi corazón empapé;
Sobre la dicha pasé
Velos, sin mojar mis alas;
Tus plumas son ricas galas;
¡Negro mi plumaje fue!

Tú cantas a la alborada,
Bendiciendo lo creado;
Yo canto, desesperado,
Cuando la noche es llegada,
Tu voz dulce y regalada
Eco tiene en las ciudades;
Entre recias tempestades
Lúgubre cante se eleva;
Ese es mi canto, que lleva
La voz de las soledades.

Tu canción va en la espiral
De incienso que al cielo sube;
La mía, en la parda nube,
Heraldo del temporal.
Cantas en la virginal
Plegaria que, con misterio,
Alza al pie del presbiterio
La esposa del Redentor;
Yo, en el lúgubre rumor
Del ciprés del cementerio.

Así, por contraria suerte,
Entre los dos repartida,
Tus cánticos son la vida,
Siéndolos míos la muerte.
Logra el mundo comprenderte
Y aplaude tu inspiración;
Nadie escucha la canción
Que apaga mi propio llanto,
Porque yo tan sólo canto
Tristezas del corazón.

Luis Montoto


Fuente: Hemeroteca digital BNE
La Moda elegante (Cádiz)30/1/1881página 6
Foto: Antonio Leal

miércoles, 23 de agosto de 2023

El Globo y Teodomiro en la cueva del Cristo

Teodomiro o la cueva del Cristo se titula una leyenda en verso, debida al distinguido poeta José Velarde. Este Teodomiro es el célebre godo, que después de la derrota del lago de Sanda fundó y sostuvo un pequeño reino en Orihuela, cuya independencia fue reconocida
por los árabes. El señor Velarde no ha escogido para asunto de su leyenda este hecho notable; antes falseando la historia sin el menor escrúpulo, hace morir  a Teodomiro en el primer encuentro que tuvo  con los invasores, siendo gobernador de Andalucía. Enlazando con este hecho  un supuesto amor que el célebre conde don Julián profesa a Clodosvinda, esposa de Teodomiro, y una ruin venganza que de los desdens de esta pretende tomar el desairado conde, ha forjado el señor Velarde una leyenda no muy interesante ni ingeniosa, pero digna de estima por algunos pasajes bellamente versificados, entre los cuales merecen notarse la carta de Teodomiro al rey Rodrigo, la descripción de la batalla entre árabe y cristianos y la escena final de la leyenda.

Leyendo esta producción se advierte al punto que ha cuanto a mayor altura se remonta el señor Velarde, es cuando sigue fielmente los pasos de su maestro y protector señor Núñez de Arce. Tal se observa en la carta de Teodomiro, que no se desdeñaría de firmar el ilustre autor de La selva oscura, tanto por la alteza de las ideas y sentimientos que en ella se manifiestan, como por la gallardía de los robustos tercetos en que está escrita. Pero en otras ocasiones,  el señor Velarde se abandona un poco y escribe versos incorrectos o duros, o combinaciones métricas tan inarmónicas como la que se halla en la dedicatoria de la leyenda. Esto no impide, sin embargo, que considerada en conjunto merezca aplauso esta producción, así como las tres composiciones sueltas que se le han agregado para completar el tomo.  

También se ha publicado en estos días un folleto que contiene ocho poesías  liricas del joven poeta don Plácido Langle, premiadas en un certamen celebrado en Almería. Como el que esto escribe formó parte del Jurado que otorgó el premio al señor Langle, no pueda formular juicio alguno acerca de tales producciones.

M. de la Revilla.

Fuente: Hemeroteca digital BNE

sábado, 12 de agosto de 2023

Historia de España en el siglo XIX

Aunque muy discutido y a veces con demasiado apasionamiento, debe citarse como excelente poeta a don José Velarde. Algunas de sus obras permanecerán como dechados de fogosa elocuencia. Prescindiendo de los errores en que pudo incurrir Velarde, soñando, como dice Valera, en que pudiese alguien en su tiempo ser principal y casi exclusivamente poeta lirico y narrativo, debemos hoy hacerle justicia. Preciosos son sus versos e interesante sus narraciones.

El poema Alegría, en opinión del mismo Valera, es rico en delicados sentimientos, en colorido para pintarnos la hermosura del suelo y del cielo de Andalucía, y en talento de observación y artística flexibilidad de estilo para ver y representar la vida en aquellos lugares y las faenas, regocijos y pasiones enérgicas de sus rústicos habitantes.

Mirando al mar, y viéndose en el río
Las horas en que lo alza la marea,
Al fin el pueblo, entre feraz plantío,
Una casa humildísima blanquea.
Compónenla una sala y dos alcobas,
En las cuales, por gala,
De cal consume al año cien arrobas
La mujer que sin tregua las encala.
Mansiones que están siempre en penumbra,
Pues sólo por la puerta de la sala
Entra la claridad que las alumbra.
Se levanta al lado
Pajar, cocina, cuadra y cochinera,
Y todo está cercado
Por extenso y altísimo vallado
Que coronan la pita y la chumbera.
Pero ¡cuánta hermosura allí no mira
Quien, como yo, del campo enamorado,
Los pormenores rústicos admira?

Fuente: Internet Archive

jueves, 10 de agosto de 2023

Fray Juan en el periodico "El Guadalete"

 

FRAY JUAN

Fragmento de un poema del laureado poeta D. José Velarde, a la memoria del malogrado Rey Alfonso XII


CANTO SEGUNDO

Diez años han transcurrido desde que Fray Juan abandonó su patria buscando olvido a la pasión que abrasaba su alma; ni los rudos trabajos, ni la larga ausencia, hicieron mella en su vivir, ni acallaron los ímpetus de aquella pasión pura y fugaz que una vez traspasó su corazón y al retornar a los campos de verde esmeralda de olivares, donde negrea la aceituna pendiente de sus ramas que el mirlo picotea silbando al posarse entre ellas; vislumbra a su través el terruño y la iglesia parroquial.
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En este templo cristiano
Todos cumplen sus deberes,
A requebrar las mujeres
No va antes Dios el liviano.
El curioso busca en vano
Esplendores y grandeza:
Sólo inspira su pobreza
Recogimiento y ternura
Y sólo en su nave oscura
El pecador llora y reza.
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  Llega el fraile a su aldea natal; su cobijo es la iglesia bajo cuya nave dióle el bautismo el nombre de cristiano y en la penumbra del atardecer cae de hinojos pies de un niño de Dios, de cera, cubierto de arrebol la faz que el pueblo venera y lo encuentra más bello que el sol; así como a la Madona del Carmelo, vestida de terciopelo tachonado el manto de lentejuelas.

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lunes, 7 de agosto de 2023

Invitación del Ayuntamiento a los Poetas


GACETILLAS.

El Ayuntamiento ha invitado a los poetas más renombrados de esta capital para que escriban composiciones dedicadas al restablecimiento de la paz, a fin de que sean leídas en el teatro de Cervantes la noche en que se celebre la función patriótica que ha de formar parte de las fiestas. Entre las personas que ha recibido la invitación se cuentan las siguientes:

Señora doña Antonia Díaz de Lamarque, señorita doña Mercedes de Velilla y Rodríguez, y señores don Juan José Bueno, don José Lamarque de Novoa, don José Sánchez Arjonas, don Eloy García Valero, don José de Velilla y Rodríguez, don Luis Montoto, don Benito Mas y Prat, don Luis Escudero y Perosso, don Felipe Pérez y González, don Manuel de los Palacios y Fagundez, don Carlos Jiménez-Placer, don Juan Martos, don José Velarde, don Manuel Cano y Cueto, don Eduardo Zamora y Caballero, don Carlos Peñaranda y don Agustín González Ruano.


Fuente: Internet Archive

viernes, 4 de agosto de 2023

Cuando el Rey era Niño...

No suelen gozar de mejor fortuna, cuando parten de este mundo para otro, los que consumen su existencia en el ejercicio de la literatura. Allá por los días que ahora recuerdo, feneció José Velarde, sus versos fluidos, inspirados, pronosticábanle lugar eminente entre nuestros escritores. No pudo lograrle, porque cuando la fama empezó a sonreírle se le llevó la muerte con cruel apresuramiento. La primera de sus composiciones, Meditación ante unas ruinas, leída en el teatro Español, produjo gran efecto. Recordemos que Rafael Calvo leía o recitaba con arte maravilloso composiciones de Campoamor y de Núñez de Arce. ¡Gran labor era aquella para difundir la poesía nacional¡ Así se comprende que entonces se vendieran en unos cuantos días algunos millares de poemas, y que la juventud alentase con aplausos y devociones fervorosas la obra de los favorecidos por las musas.

Después de la Meditación, compuso Velarde otras producciones, tomando siempre por modelo al autos del Idilio, y cuando mayor afán sentía por pisar la cumbre, cayó como tantos otros, en plena juventud, sin otro premio para sus afanes que las caricias mentirosas de la ilusión.  

Fuente: Internet Archive