domingo, 31 de diciembre de 2023

José Velarde en Córdoba

Notable poeta,- se encuentra en esta capital, donde piensa detenerse unos días, el laureado poeta sevillano conileño, residente en Madrid, Don José Velarde, autor de los inspirados pomas –Fray Juan- y –Fernando de Laredo- que mucho enaltecieron la alta reputación que le ha colocado ya entre nuestros primeros vates. El señor Velarde poeta de lozana fantasía y sin rival en la descriptiva. Lo saludamos cordialmente desde nuestras columnas, y deseamos que alienten su brillante numen las hermosas perspectivas de nuestro suelo, muy fecundo en bellezas y tradiciones.

Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos: Año XXXV Número 10263 - 1884 abril 25

Fuente biblioteca virtual de prensa historica

jueves, 28 de diciembre de 2023

José Velarde en el Diario de Manila: Número 238 -1886


QUERIDO AMIGO Y PAISANO: Encabeza V. su folletico con el siguiente magnífico soneto de nuestro amadísimo Manuel del Palacio:

UNA COGIDA.

Suena el clarín: la multitud se agita;
Ya está en el circo la asombrada fiera;
Impávido el jinete que la espera,
Su atención y su enojo solicita.
-<<¡Menos vara, morral!>>- un chusco grita.
-<<¿Se ha enamorado usted de la barrera?>>
El hombre avanza, y rápida y certera
A su encuentro la res se precipita.
Como roca del monte desgajada
Rueda el jinete, y ebria de furores
Cébase en él la fiera ensangrentada,
Mientras, ahogado el ¡ay! de sus dolores,
La imbécil muchedumbre, entusiasmada,
Repite:-<<¡Picadores! ¡Picadores!>>

Hermosísimo soneto, en verdad, como de quien es; pero prefiero este de nuestro adorado Zorrilla:

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Certamen sobre la Vida es Sueño de Pedro Calderón de la Barca

Para el aniversario de la Muerte de Calderón, en  La Ilustracion Española y Americana se publica este certamnen donde escribieron: Ventura Ruiz Aguilera, Manuel de Palacios, José Zorrilla, Narciso Campillo, Emilio Ferrari, Juan Jose Herranz, Carlos Frontaura, Jose Velarde, Marcos Zapata, Leopoldo Cano y Masas, y Eugenio Selles.

Velarde escribió:

No es la vida una ficción
Aunque así nos la hagan ver
Las falacias del placer
La fortuna y la ilusión.
Estos mismos sueños son,
Del existir, realidad;
Y como en eternidad
La muerte, al fin, se convierte,
Tan solo es sueño la muerte;
Sólo la vida es verdad.
José Velarde

jueves, 14 de diciembre de 2023

El Invierno

A MI QUERIDO AMIGO
JUAN LÓPEZ VALDEMORO

I

Tan sólo aquello que entristece ó daña
Con vida y fuerza en el invierno frío,
El ciprés, el abrojo y la cizaña.

Seco está el bosque y el nidal vacío,
La fuente pura convertida en hielo,
Muda la alondra, desbordado el río;

Y para colmo de tristeza y duelo,
El viento ruge, brama el Océano,
Y en lluvias y rayos se desata el cielo.

Velarde en Fomento

Fomento.
Real Decreto precedido de exposición creando una estación enológica central en el Instituto Agrícola de Alfonso XII

Ultramar.- nombramientos y ceses
Otros nombrando jefes de administración de tercera clase a los que lo son de segunda en la secretaría de dicho ministerio, D. José Velarde y D. Ismael Ojeda.

El Correo: Año XIII Número 4296 _ 16/01/1892
Biblioteca Virtual de prensa histórica

Foto:Scard Bermu

martes, 12 de diciembre de 2023

Fragmentos de los cantos de los Vedas

Calle Salmonete
Fragmentos de los cantos de los Vedas

I

Nada más grande que yo.
De mí pendientes están
Los seres, como las perlas
Suspendidas del collar,
Soy aroma en las flores,
En el sol la luz vital,
En los labios la plegaria
Y en los pechos la bondad.
Yo soy la simiente eterna,
Quien la vida a todo da,
Principio y fin de las cosas
Y espíritu universal.
Entre todas las especies
Soy una especie sin par;
Entre los cuatro elementos,
El fuego ardiente y voraz;
Entre los astros radiantes,
El eterno luminar;
Entre los montes, el cano
Himalaya colosal;
Entre las sierpes, aquella
Que enroscada al mundo está;
Entre los ríos, el Ganges;
Entra las aguas, la mar,
Y entre todas las palabras
La divina, la verdad.

II

Cuando ni cielo ni tierra,
Ni ser ni no ser había;
Cuando ni el agua ni el fuego,
Ni la muerte ni la vida,
Ni el placer ni los dolores
Eran verdad ni mentira,
Dios sólo consigo mismo
Y sin alentar vivía.
-¿Quién soy yo?-se preguntaba-
Y en la extensión infinita,
Oscura, callada y sola,
Nadie a su voz respondía.
Y girando en torno suyo
Atribulado la vista,
Sintió miedo al ver que solo
A si mismo se veía.
¡Por eso es miedoso el hombre
Si en la soledad se mira!
Pensó entonces, y se dijo:
-¿Por qué el terror me domina
Si fuera de mí no hay nada?-
Y del espanto se libra;
Pero, en vez de miedo, entonces
Sintió tristeza infinita.
¡Por eso el hombre está triste
Si en la soledad se mira!

José Velarde

Este fragmento se publicó en La Ilustracion Española el 8 de octubre de1891

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Serenata

Copyright foto: Colección Particular Pérez de la Cerda

Serenata


Ardiendo la mariposa
Muere en la llama que la cegó,
Como abrasado en el fuego
De tus miradas me muero yo.
Los ojos abre,
Por caridad,
Aunque me ciegue
Su claridad.
En mi los fija
Con ilusión
Y muera, ardiendo,
Mi corazón.


Por ti en mi pecho las penas
Como las olas vienen y van,
Y rugen y se estremecen
Como las llamas de un volcán.
Sigue en mi alzando,
Por compasión,
Las tempestades
Del corazón.
Darme la calma
Fuera crueldad,
Porque en mi vida
La tempestad.


Como el panal, niña mía,
Tus rojos labios destilan miel,
Y dan aroma a tu aliento
Jazmín y rosa, nardo y clavel.
Tu habla es un canto,
Canto de amor,
Que abrasa en celos
Al ruiseñor.
Un beso, un beso
Que tú me des,
Morir después

José Velarde (inédita) La Ilustración Española y Americana 30-noviembre 1892

lunes, 4 de diciembre de 2023

El Educacionista


La fuente del haya
(De Lamartine)

Fuente murmuradora y cristalina
Que de la roca, por tu impulso abierta,
Surges, rodando en limpia cascada
Sobre la verde y florecida hierba;

Roto el tazón pulido de alabastro
Donde caías desatada en trenza,
Tu veneno se escapa y va a perderse
A los húmedos bajos de la selva.

No arroja ya por las nasales fosas
Tu delfín, coronado de la hiedra,
En luminosos arcos espumosos
El caudal de tus aguas plañideras;

Ni tienes otro amparo que la sombra
Del haya que en ti viéndose contempla
Cómo su corazón carcome el tiempo,
Su sabia enfría y su ramaje seca.


En otoño sus hojas amarillas
Caen en ti como lluvia de tristeza,
Y el húmedo verdín va de tu estanque
Corroyendo las mal unidas piedras.

Mas tú no dejas de brotar, fecunda
Como esas almas pródigas y tiernas
Que, maltratadas, su dolor olvidan
Por consolar la desventura ajena.

Sobre tu rota pila recostado,
Miro cómo te filtras en la tierra,
O detienes tu curso rumoroso
En las guijas que al paso redondeas.

jueves, 30 de noviembre de 2023

Apunte de "Tres poetas de posguerra"

En época reciente Antonio Machado en el poema “La tierra de Alvargonzález”, por ejemplo, Campos de Castilla (1912), sería quien volvería a la misma forma popular del romance. El mismo Machado, como después Celaya en “España en marcha” y en otras composiciones de Cantos iberos, utilizó también el verso hexadecasílabo. Pueden encontrarse precedentes de esta medida silábica en Machado. Entre los poetas más destacados que igualmente se sirvieron de esta misma forma métrica evocadora se podría citar a Rosalía de Castro, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Rubén Darío y Alfonso Reyes. En definitiva, Celaya conoce las combinaciones métricas menos rigidas del romance; pero además está muy consciente de la eficacia expresiva más bien fundada en el lenguaje hablado. Por eso en tranquilamente hablando tachaba a Nuñez de Arca y José Velarde de “tan retóricos” y a Bécquer de “tan inteligente,/ tan pobre de adornos,/ tan directo, vivo”. La aspiración de Celaya: “quisiera ser el Bécquer de un siglo igual a otros”.

Así al hermanar formas estróficas tradicionales con un lenguaje de sabor coloquial y espontáneo, siempre expresivo, Celaya en “España en marcha” adapta cualidades del romance al gusto del pueblo como una expresión directa del espíritu popular, y, a la vez, afirma los valores de la patria, los de la Oposicíon en este caso. Visto desde su forma y fondo, el poema, así como todas las composiciones de Cantos iberos, es sin duda un logro artístico que no compromete la calidad poética. Este planteamiento estructural del libro juega un papel significativo en el hecho que varios de los poemas de la colección, entre los cuales se incluye “España en marcha”, se hayan prestado fácilmente a un arreglo musical. A esto se debe el éxito de estas composiciones.

Fuente: Internet Archive

jueves, 23 de noviembre de 2023

Hogar con Hijos


HOGAR CON HIJOS

Con invisibles lazos nos sujeta
el hijo a nuestro hogar, le da armonía,
lo alumbra, lo perfuma y lo completa.

Ante su faz, radiante de alegría,
huye el dolor que nos devora y mata,
como la sombra ante la luz del día.

Nuestra madre su rostro se retrata
es de dos seres la divina esencia,
nuestro ser que en el tiempo se dilata.

Nos habla como Dios en la conciencia
al par que a las virtudes nos convierte,
nos toma por su augusta providencia.

Y nos presta el poder del hombre fuerte
que, haciendo un sacerdocio de la vida,
aspira a hallar el cielo tras la muerte.

José Velarde
Fuente: Internet Archive

martes, 7 de noviembre de 2023

Los Madriles, "Toros en el Puerto"

Toros en El Puerto

Sr. D. José Navarrete:

Afirma usted que el trabajo del torero es ridículo. ¡séa todo por Dios, que la ha vuelto a usted la vista del revés! ¿Son más artísticos nuestros pantalones, más airosas nuestras levitas? Y si la moña le parece repugnante, por tener algo de femenino, ¿qué no debe parecerle nuestro clásico sombrero de copa alta, que a cada paso nos recuerda un mueble, llamémosle así, de inexcusable servicio?

Pero venga usted acá: ¿cómo quiere usted que tengan fuerza sus argumentos contra el toreo, si al lado les pone este bellísimo cuadro?

-Trenes y faluchos, diligencias y vapores, vomitaban millares de pasajeros en el Verjel y en la Victoria.

-Eran de ver, dos horas antes de ir a la plaza, el Colmado, la Fuentecilla, y, sobre todo, el patio y los comedores de la fonda de Vista Alegre, de bote en bote. Encontrábanse allí, y allí cambiaban abrazos y cañas, la gente de Cádiz, la gente de Sanlúcar, la gente de Jerez, la de Lebrija, la de Puerto

Real, la de Rota… todos en pie, todos en movimiento, en torno de aquellas mesas cubiertas de langostinos, debocas de la Isla, de ostiones de conchas, de botellas de vino… ¡Qué voces! ¡Qué ruido de cristal! ¡Qué atmosfera llena de vapores del menudo y del perfume del oloroso y de la manzanilla!

-A las tres y media quedábanse desiertos los paseos, las tiendas de montañés y la fonda, e interminables hileras de almas iban para la corrida por las aceras de las calle de Palacio y de la Luna. Inundaban la plaza de la Iglesia, concluían formando una masa compacta, una columna inmensa en la calle de Santa Lucía, y continuaban hasta el circo entre las filas de puestos de abanicos de calaña que alternaban con las espuertas de avellanas, cuyos tíos desgañitábanse gritando: ¡A dos reales la grande, y a probarlas!

lunes, 30 de octubre de 2023

Rubén Darío y Jose Velarde

El otro Velarde, José, deja huellas aún más visibles: El trovador, La niña de Gómez Arias, Teodomiro o la Cueva del Cristo, Ante un crucifijo, El último beso, La velada, Fernando de Laredo, poesías de tema caballeresco, y La venganza y La odalisca, de tema morisco, debieron de ser conocidos del autor de A las orillas del rhin, El ala del cuervo, Alí (Oriental) y La cabeza de rawí (poesías las tres últimas de Primeras notas). En La cabeza de Rawí Darío parece referirse a esas poesías caballerescas y moriscas de José Velarde:

Cuentos dulces, cuentos bravos,
de damas y caballeros,
de cantores y guerreros
de señores y de esclavos;
de bosques escandinavos
y alcázares de cristal;
cuentos de dicha inmortal,
divinos cuentos de amores
que revisten de colores
la fantasía oriental.

Otras poesías de Velarde, como Introducción, El poeta a su musa, Fray Juan, Alas orillas del mar, parecen haber dado origen a la introducción, El poeta a las musas, La nube de verano (“Era fray Juan un viejo capuchino”), de Primeras notas, y A las orillas del Rhin, Respectivamente Darío debió de conocer todas estas composiciones en las ediciones españolas originales. De 1884, precisamente, es la edición más divulgada de las Voces del alma de Velarde, que incluyen, además
de las poesías señaladas, otras de tema morisco (Zaida t Toros y cañas) O medieval (La Edad Media y Allende el Rhin). Si Darío no conoció este volumen, lo cual es muy improbable, si estuvieron a su vista los folletines de los periódicos centroamericanos, que solían reproducir poesías de Velarde, La odalisca, por ejemplo, que tiene gran similitud con Ali (Oriental), fue publicada en el mismo año y en el mismo periódico que A las orillas del Rhin. Un año antes, Ante un crucifijo,
de Velarde, apareció en El diario Nicaragüense, diario en el que Darío colaboró muchas veces.
Fuente: Internet Archive.
Los primeros cuentos de Rubén Darío de: Ernesto Mejías Sánchez

La Mujer Pólitica, (Dedicado a Jose Velarde)


4.3 LA MUJER POLÍTICA

AL INSPIRADO POETA JOSÉ VELARDE

La que fingiendo aversión
al hombre, constantemente
de cierta congregación;
y con su lengua, infernal,
ya en sátira, ya en bucólica,
calumnia a todo mortal…
     Neo-católica.

La que, impávida y serena;
distinguiendo de colores,
no quiere tener amores
si no merecen la pena;
y a su conveniencia mira
con el alma sosegada
y en cálculos se inspira…    
    Moderada.

La que, al brillar el albor
de su juventud risueña,
tan sólo en unirse sueña
al ídolo de su amor;
y vive dada al demino
y se aburre y se contrista
si tarda su matrimonio…
    Unionista.

La que, su triste viudez
llorando de luto llena,
para mitigar su pena
busca marido otra vez;
y segunda boda al punto
consigue ver realizada
sin pensar en el difunto…
    Resellada.

La que desde tierna edad
por atrevida descuella,
gustando de que con ella
tengan cierta libertad;
y en sus suspiros de fuego,
que no hay hombre que resista,
palpita el himno de riego…   
    Progresista.


La que de genio aguerrido,
sin encontrar quien le tosa,
por la más pequeña cosa
amenaza a su marido,
y haciendo de amor derroche
vuelva al templo conyugal
a las tantas de la noche…
    Federal.

La que, impolíticamente
llamada mamá política,
a su yerno pone en crítica
situación continuamente;
hasta que el pobre mortal
halla paz en una soga
o tirándose al canal…
    Demagoga.

Y, por último, la que
abrumada por los años
ni tiene goces, ni daños,
ni siente, ni oye, ni ve;
y a su cuerpo paralítico
busca descanso final,
esa ya para su mal
no tiene color político.

Fuente: Internet Archive

viernes, 20 de octubre de 2023

La fuerza de un primer amor (Juramento de amor)

Juramento de Amor

XVII

La hija de los dueños de la Venta, adiestraba, según sabemos, al nuevo empleado de la misma, en los quehaceres en que la iba sustituyendo.

Al decir lo cierto, ya estaba bastante bien impuesto en todos ellos; pero simpatizaba tanto con el…; le agradaba de modo tal, sonándole a melodías, la dulce entonación con que hablaba…; le embelesaban de tal manera sus decires…; le rendían con tal fuerza sus atenciones y delicadezas, y decía unas frases tan gratas y tan bien encajadas en sus gustos que, la verdad, no acertaba a renunciar voluntariamente al placer de dialogar con tan singular compañero, sobre todo cuando no les estorbaba la impertinencia de cualquier testigo.

Aquella mañana, cual otras muchas se habían levantado ambos bastante temprano; los dos, entre otras faenas, habían dispuesto y suministrado el primer pienso de los irracionales estabulados; los dos habían ordeñado a los animales de leche y entregado para su cocción la obtenida. También habían soltado al monte y a los prados los cuadrúpedos de pasto libre, guiándoles hacia aquellos.

Ahora descansaban, dialogando plácidamente, frente al Establecimiento, en la apacible semisombra de un como apretado haz de arboleda, en cuya espesura acostumbraban a pasar todos los veranos las horas de mayor calor.

El sol, bastante levantado sobre el horizonte, lo invadía todo con sus fulgentes rayos y elevada temperatura, caldeando el ambiente. De vez en cuando, alguna que otra nube blanca con blancura de vellón de tierno corderillo, navegando, lenta, a impulsos de suave brisa, interceptaba sus rayos, templando momentáneamente sus ardores. El ganado libre, pacía tranquilo; las aves errantes, volando de árbol en árbol, entonaban alegres cantares; diversas mariposas, de colores varios, libaban de flor en flor, y el agua de las emanaciones de la sierra, se deslizaba, susurrante, cuneta allá, buscando niveles más bajos.

Por el ancho y espacioso camino público mediato, marchaba un viandante, a lomos de pacifica caballería, entonando coplas de aires populares, para alegrar, seguramente la soledad de su viajata:

martes, 17 de octubre de 2023

El Genio Médico Quirurgico

 

Nuevo colega,- Ha venido a sorprendernos agradablemente en nuestro redacción, un nuevo adalid que ha de serlo sin duda, para las clases medicas españolas.

Con título de La Época Médica, empieza a publicarse en Sevilla un gran periódico, cuyo primer número tenemos a la vista; y tanto por los ilustres y dignos profesores, D. Luis Góngora, D. Vicente Chiralt, D. Rafael Tuñon, D. Ricardo Rodero, Manuel Benjuneda, D. Pascuel Vicent, D. Manuel Morales, D. José Velarde, y D. José Sánchez, que forman la redacción, cuanto por lo que el mismo vemos, será a no dudarlo, nuestro nuevo colega, uno que más de los honren la medicina española.

Fuente; Hemeroteca Digital, BNE
Foto: Scard Bermos

viernes, 22 de septiembre de 2023

Obras Poéticas

Este libro de obras completas de José Velarde, es el que contiene (en un solo tomo) más poesías del autor, y el primero que conozco con los tomos I y II, además del prologo del Romancero de Colón y los cuatro primeros cantos de Alegría, todo en un solo volumen

El lomo está inexistente pero las páginas están todas, y en muy buen estado.

El libro se adquirió en la librería madrileña de Francisco Beltrán, de la calle Príncipe 16 de Madrid.  

Espero que algún día podamos tener en Conil un museo sobre José Velarde, donde estén este y otros libros del mencionado poeta, además de periódicos y otros documentos, para que podamos los conileños y visitantes ver la obra de nuestro distinguido paisano, y así las generaciones futuras, podrán investigar, y estudiar más a fondo su figura con propósitos de educación y divulgación 

El librero dejó esta nota dentro del ejemplar donde muestra la obra, y donde se puede ver lo que Perez-Rioja y Sainz de Robles escribian del poeta, asi como el contenido y las fechas.

jueves, 21 de septiembre de 2023

El poeta a su musa

Calle Ortega y Gasset 1
(Terraza Titus Bar)
Introducción

I

No seas, no, la víbora maldita
Que muerde y deposita
Dentro del corazón letal veneno;
Ni la ebria bacante desgreñada
Que arrastra desbocada
Honor y vestiduras por el cieno.

II

No sirena que llame engañadora
Con cántiga sonora
A las sirtes fatales de la duda;
Ni el pudor virginal mires esquiva,
Para ir provocativa
Buscando torpe meretriz desnuda.

Consejos

Carmen
A Carmen

I

No me taches de necio o presumido
Si me ves, siendo joven, dar consejos;
Que los que sufren como yo he sufrido,
Antes de ser adultos ya son viejos.

Ni menos pienses que al hablar del mundo,
Lastime con sus males tu inocencia;
Pues sé que no hay delito más inmundo
Que manchar de una virgen la conciencia;

Dentro de poco tiempo, convertida
En hermosa mujer, de niña hermosa,
Entrarás en el campo de la vida,
Como el capullo que se trueca en rosa.

De como nació El Quijote

José Velarde Yusti
Foto donada por Esther Riobo
AL SR. D. L. MONTOTO

I

Era una prisión oscura,
En bóveda terminada,
Bajo tierra socavada,
A guisa de sepultura;
Lúgubre cual la amargura,
Tan húmeda como el llanto,
Triste como el desencanto,
Como la barbarie fuerte,
Silenciosa cual la muerte
Y horrible como el espanto.

A mi Padre

Agustín Velarde (Padre de Jose Velarde)

Tu nombre ¡oh Padre! Sírvame de égida:
Otro no acierta a pronunciar mi lengua
En los recios combates de la vida.

No pido al grande, de mi honor en mengua
Arrimo que en la lucha me sustente...
Valor prestado es un valor que amengua:

Me agravia la merced, y solamente
Tu paternal consejo humilde acato,
Y ante Dios y ante ti bajo la frente.

A mi madre

Calle José Velarde
Al recordarte, madre, aunque maltrecho
Está mi corazón, vivo golpea
La quebrantada cárcel de mi pecho;

Mi labio bendiciones balbucea,
Y truécase en suspiro, en leve brisa,
El grito de furor que en mí bravea.

¡Cuán triste llego a ti! ¿Ves mi sonrisa?
Es del dolor la amarga crispatura,
¡Ay! del dolor que hoy llevo por divisa.

En ti busca consuelo mi amargura;
El hombre es sordo a la desdicha ajena;
Tú, fuente inagotable de dulzura.

¿ Quieres, madre, saber cuál es mi pena?
Mi pena es el vivir. ¡Ay! que la vida
Al tormento del mundo me condena.

Tengo en el corazón tan mala herida,
Que cuanto más la curo más se encona.
¡Ay, déjame llorar, madre querida!

¡Sólo el llanto consuelo proporciona!
¡Las lágrimas del triste son las perlas
que engarza el Hacedor a su corona!

Epístola Necrologica

Calle Cádiz
Dirigida al Sr. D. Gonzalo Segovia Yardizone con motivo
de la muerte del Sr. José Fernández-Espino

El mismo soplo que apagó su vida,
Encendió la que existe tras la muerte.
¿ A qué llorar, Gonzalo, su partida,

Si despojado ya del polvo inerte,
Que en el mundo al espíritu encadena,
Goza del justo la envidiable suerte;

En tanto que la vida nos condena
De las pasiones al combate rudo,
A trabajo cruel y amarga pena?

La Fe

Convento de la Victoria
Al cantor de la duda el eminente poeta D. Gaspar Núñez de Arce

I

La musa del dolor llora, suspira,
Toma del niño el tembloroso acento;
Mas no arranca a las cuerdas de la lira
La voz tonante que estremece el viento
Y en tus sublimes cánticos se admira.
Si cantaste la duda consternado,
Del vate la misión dando al olvido,
Es que, más bien que ciego, deslumbrado,
No sordo a la razón, sino aturdido,
El pensamiento tuyo deliraba
Por la fiebre del genio enloquecido.

II

-La fe agoniza, la virtud acaba,
El valor en los pechos languidece,
Se oculta tras el sofisma,
La esperanza al nacer se desvanece
Y Apolo mudo en su dolor se abisma.
Presa de un infernal desasosiego,
Atropellando, en su apetito ciego,
Derecho, libertad y religiones.
Ritos, tronos, altares, leyes, hechos,
Van en vertiginoso torbellino
Rodando aglomerados y deshechos
Al rudo empuje de fatal destino.
Sucede a la razón la ardiente tea
Y en cabañas, y en tronos, y en altares,
Con roja luz vivísima flamea;
Con el ronco bramido de los mares
Todo en profundo abismo se derrumba,
Y es ya la tierra solitaria tumba
Formada por escombros seculares.

Ante un Crucifijo

Cruz de Moreno
A mi Querido Amigo Julián Fuentes

I

Incienso, luz, armonía
Llevar quiero a tus altares,
¡Oh Dios! Que enfrenas los mares
Y enciendes de un beso el día:
Así, que mi alma te envía
Al altar del firmamento,
Como armonía un acento,
Lleno de santo fervor,
Como perfume el amor,
Como luz, el pensamiento.

II

Cuando ante ti reverente
A orar me postro de hinojos,
Asoma el llanto a mis ojos
Y lo infinito a mi mente:
Y siento sobre mi frente,
Nublada por el desvelo,
Bajar en callado vuelo
El hilo de luz fecundo,
Por donde vienen al mundo
Las bendiciones del cielo.

El Otoño

Playa de los Bateles
A mi querido amigo Manuel Benjumeda

I

El otoño es tristeza y agonía;
Todo en él languidece;
El luminar del día
Oblicuos rayos sin calor envía,
Se aparta del zenit y palidece.
En olvidado surco cae la hoja
Que sirvió de pomposa vestidura
Al árbol que de galas se despoja,
Siendo mudo esqueleto en la llanura;
La locuaz golondrina
Aterida de frío,
A más benigno suelo se encamina;
El agua del torrente enturbia el río,
La brisa se hace cierzo, silba y ruge,
El ave calla, se marchita el fruto,
El mar enronquecido sordo muge
Y amenazante aterra;
La nube tiene por el cielo el luto
Y un sudario de nieve por la tierra,
Y en el monte desierto
Oye el pastor temblando la campana
De la ermita lejana
Con fúnebre clamor tocando a muerto.

A Giacinta Pezzana

Pozo c/ Baluarte
I


Naciste en la bellísima comarca,
Donde alcanzó Petrarca
Para su augusta sien el lauro eterno;
Donde Beatriz cruzóse en el camino
Del triste Gibelino,
Cantor del Paraíso y del Infierno.

II

Do pintó Miguel Ángel lo pasado,
Retorciéndose airado,
En la convulsa, mágica Sibila;
Y la cándida aurora en el profeta,
Del porvenir atleta,
Que lleva algo de Dios en la pupila.

Epístola Moral

Los Inventores; El primero de la izquierda Diego Gil

Al Sr. D. Gaspar Núñez de Arce

Cuando un pueblo en los vicios se encenaga,
Enviado por Dios, surge el profeta
Que con el rayo y con la peste amaga,

Y la indomable perversión sujeta,
Como al indócil bruto con el freno
La vigorosa mano del atleta;

Que quién lleva los vicios en su seno,
Así como los brutos al castigo,
Sólo teme al relámpago y al trueno.

Tú eres poeta, como yo, y testigo
Del mal que a la virtud mina en su base,
Y no debes llorar; canta conmigo,

Aunque el dolor tu corazón traspase,
Y sea nuestro canto un anatema,
Lluvia de fuego y huracán que arrase,

Ha de ser inmortal nuestro poema;
Que bien se expresa lo que bien se siente,
Y cuando la virtud es nuestro emblema,

A Juan Antonio Cavestany

Extramuros
A mi querido amigo niño de Quince años Juan Antonio Cavestany
con motivo del estreno de su magnifico drama

EL ESCLAVO DE SU CULPA

Ay! ¡con cuánto furor, con cuánta pena
Miro sobre la escena
Donde vibró de Calderón la estrofa,
Turba vil de procaces histriones
Con palabras y acciones
De lascivia, de escándalo y de mofa!

No es su burla, la burla que corrige
Y a los vicios aflige
Ni el delicado juego del idioma;
Es el escarnio, el epigrama obsceno,
El torpe desenfreno
Que vengaron los bárbaros en Roma.