4.3 LA MUJER POLÍTICA
AL INSPIRADO POETA JOSÉ VELARDE
La que fingiendo aversiónal hombre, constantemente
de cierta congregación;
y con su lengua, infernal,
ya en sátira, ya en bucólica,
calumnia a todo mortal…
Neo-católica.
La que, impávida y serena;
distinguiendo de colores,
no quiere tener amores
si no merecen la pena;
y a su conveniencia mira
con el alma sosegada
y en cálculos se inspira…
Moderada.
La que, al brillar el albor
de su juventud risueña,
tan sólo en unirse sueña
al ídolo de su amor;
y vive dada al demino
y se aburre y se contrista
si tarda su matrimonio…
Unionista.
La que, su triste viudez
llorando de luto llena,
para mitigar su pena
busca marido otra vez;
y segunda boda al punto
consigue ver realizada
sin pensar en el difunto…
Resellada.
La que desde tierna edad
por atrevida descuella,
gustando de que con ella
tengan cierta libertad;
y en sus suspiros de fuego,
que no hay hombre que resista,
palpita el himno de riego…
Progresista.
La que de genio aguerrido,
sin encontrar quien le tosa,
por la más pequeña cosa
amenaza a su marido,
y haciendo de amor derroche
vuelva al templo conyugal
a las tantas de la noche…
Federal.
La que, impolíticamente
llamada mamá política,
a su yerno pone en crítica
situación continuamente;
hasta que el pobre mortal
halla paz en una soga
o tirándose al canal…
Demagoga.
Y, por último, la que
abrumada por los años
ni tiene goces, ni daños,
ni siente, ni oye, ni ve;
y a su cuerpo paralítico
busca descanso final,
esa ya para su mal
no tiene color político.
Fuente: Internet Archive
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