Copyright foto: Colección Particular Pérez de la Cerda
Y nada más tengo que decir a V. sino que me separé de Fres del Val, bajo la impresión de cuyos recuerdos escribo, murmurando unos versos de José Velarde que, si no estoy desmemoriado, escribió a estas mismas ruinas, objeto de mis cartas:
Yo estático miraba con asombro,
pues hallo en cuanto miro algún misterio,
una fábrica alzar con el escombro
de un viejo y derruido monasterio.
Cada golpe brutal de la piqueta,
que del musgoso y grietado muro
desmoronaba el lienzo mal seguro,
en mi alma de poeta
hallaba un eco como el golpe duro.
Supongo que recordará estos versos. Usted conoció al autor. Era hombre de alma noble, a quien sus contemporáneos no han dado el puesto que en justicia le corresponde como poeta. ya se lo dará la posteridad, que espera haga justicia a muchos, a quienes hoy no hace.
1894/04/01 El Papamoscas periódico satírico
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