sábado, 20 de junio de 2020

¿Vivimos en África?

Diego Gil Román

¿Vivimos en África?

Los crímenes y atropellos en los ferro-carriles se suceden de una manera escandalosa.
Tras el descarrilamiento de Antequera, y el asesinato de Mme. Henrion, la modista parisiense, ha sido víctima de una escandalosa expoliación en el tren de Andalucía el célebre y distinguido poeta D. José Velarde, al regresar a Madrid con su esposa e hijos, al cabo de  prolongada ausencia.

Detuviéronse todos en las Cabezas a pasar algunas horas con un individuo de su familia, y al llegar a
aquella capital han tenido el disgusto de encontrar casi vacíos, aunque cerrados, los mundos y baúles, que contenían sus ropas y objetos de valor, como cubiertos y alhajas.
Los ladrones solo les han dejado los vestidos de los niños de corta edad, sin duda por no servirles para nada.
Este hecho, y otros de su índole y de aun mayor importancia, indican la necesidad absoluta de que las empresas ferroviarias vigilen su personal, tomen precauciones extraordinarias para evitar su repetición, y entreguen a los jueces los que resulten culpables.
Al Sr, Velarde y a su consorte no les han dejado sino lo que llevaban puesto, desapareciendo lo mismo la ropa blanca que la interior.
Las empresas de las vías férreas y las autoridades están igualmente interesadas en el descubrimiento y castigo de los criminales que nos deshonran con sus fechorías a los ojos del mundo civilizado.
Los ladrones solo les han dejado los vestidos de los niños de corta edad, sin duda por no servirles para nada.Este hecho, y otros de su índole y de aun mayor importancia, indican la necesidad absoluta de que las empresas ferroviarias vigilen su personal, tomen precauciones extraordinarias para evitar su repetición, y entreguen a los jueces los que resulten culpables.
Al Sr, Velarde y a su consorte no les han dejado sino lo que llevaban puesto, desapareciendo lo mismo la ropa blanca que la interior.
Las empresas de las vías férreas y las autoridades están igualmente interesadas en el descubrimiento y castigo de los criminales que nos deshonran con sus fechorías a los ojos del mundo civilizado.  
El Popular  Diario granadino de la tarde' - Época Tercera Año V Número 1164 17 03 1891

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