jueves, 8 de diciembre de 2016
jueves, 27 de octubre de 2016
1ª Carta de Agustín hijo de Velarde a Luis Montoto
Señor Don Luis Montoto.
Mi respetable y distinguido amigo: Por encargo de mi madre a Viuda de poeta Velarde le pongo estos renglones, pues ella no puede hacerlo porque lleva tres meses bastante delicada de salud, para rogarle muy encarecidamente tenga la bondad de decirnos si tiene terminado el trabajo sobre la biografía de mi padre (q.e.p.d.)
Como hace bastantes meses que se le remitió a V. cuantos datos reunimos para ello y nada ha contestado, nos permitimos ponerle esta carta.
Mucho le agradeceremos a V. tenga la bondad de hacerlo cuanto antes pues no falta nada mas que eso para hacer la nueva edición completa que ya tenemos preparada.
Perdone las molestias que le ocasionamos y que solo hacemos fundados en la buena y verdadera amistad que le unía con mi padre y V. sabe que puede contar incondicionalmente con su afmo. amigo y admirador
Agustín Velarde y Castro
9-Enero-913
S/C. Madera-29 pral -Madrid-
domingo, 3 de julio de 2016
A mi amigo el poeta José Velarde
Juan Pedro Narvaez
A mi amigo el poeta José Velarde
Feliz te escribo, de mi dicha cierto,
Al arribar, al fin, ¡Oh dulce amigo!
Del santo hogar al suspirado puerto.
En él mi suerte está; yo lo bendigo:
¡Bien hallada la costa que me espera
Brindándome al llegar calma y abrigo,
Para formar mi nido en su ribera,
Como el ave en la selva florecida,
Al lado de mi dulce compañera,
Ya tiene empleo mi agitada vida
En la paz de este hogar; paz venturosa,
Cuanto más ignorada, más querida;
Donde el cansado espíritu reposa
Sin la sed de ambición rebelde y brava
Que en la lucha del siglo nos acosa.
Rompa el orgullo del deber la traba
Y arrastre al hombre con soberbio anhelo
Por una senda , del error esclava,
Virtudes Roldan Muñoz
Poesía a José Velarde.
Escribir a un gran poeta
No es nada inteligente,
Es un error que se comete
Muy frecuentemente.
Escribir a contra reloj
Cuando los versos de Velarde
Juegan al corro en mis sienes,
No dejan a la razón
escribir a quien bien merece.
Velarde no quiso
Maletín ni bisturí,
El prefirió la pluma de escritor
Y perderse en las palabras.
martes, 17 de mayo de 2016
Homenaje a José Velarde por Jose Luis Rubio
a José Velarde
En esta arena donde mis huellas
juegan con las olas, hace tiempo,
mucho tiempo, alguien llamado José
hizo castillos de versos y bañó
sus palabras inquietas en el mar.
Igual que yo vió el arcoiris
besar las blancas casas de un
pueblo pequeño y silencioso
y contempló el monótono caer
de la lluvia en los tristes
y solitarios días invernales.
Quizá algun día de primavera
recorrió en una barca el río Salado
o se perdió en el pinar del Colorado
llenando de aire puro sus pulmones.
Pero un día, un día cualquiera,
de cualquier año, se marchó de Conil,
lleno todo él de un pequeño pueblo
marinero que cada noche, en las sombras,
besa unos labios inmoviles y húmedos.
Cien años después, en este mismo lugar,
estos versos inseguros e imperfectos
quieren rendirle homenaje recordando
que "de la muerte", de su muerte,
"han surgido fecundos gérmenes de vida".
Jose Luis Rubio
viernes, 13 de mayo de 2016
martes, 3 de mayo de 2016
sábado, 30 de abril de 2016
Concha Gorostiza Dapena
Precursor del realismo en la poesía
Se te rompió el corazón un 22 de febrero.
Te llevaste un gran bagaje de poemas y de versos.
Te había alumbrado el radiante sol
de un humilde pueblito pesquero
donde quisieron las musas
que tus ojos a la luz se abrieran,
y bailasen tus cabellos
con las brisas marineras.
Médico te hicieron por seguir
la carrera familiar,
pero en tu alma llevabas
miles de bellas palabras
que erudito supiste ordenar….
….contando tantas historias
como olas tiene el mar.
Con el fardo de las letras
al foro de la cultura
te marchaste sin dudar.
Algunos no te entendieron,
pues tu estilo se alejaba
de lo que la época esperaba.
Fuiste un revolucionario
en tus rimas realistas,
admirado por poetas
y también lo hicieron los prosistas.
Siendo bardo precursor
de los trovadores actuales.
Incansable día y noche escribías,
y a numerosas tertulias acudías,
pero a tu magra bolsa no asomaban los reales.
No hubo suerte, y gracias
a amigos y mecenas
a la esposa y larga prole,
(porque a si mismo fuiste fecundo al amar)
a veces pudiste alimentar.
Miseria, penas y amargas lágrimas
con gran tristeza derramadas.
Lágrimas que quizás te consolaban
porque al llegar hasta tus labios
y tu lengua al acariciar la sal que en ellos quedaba,
el sabor de tu conileño mar te recordaba.
Tu nombre y obras se exhiben con claro orgullo
en museos, academias y ateneos.
Y aún en la biblioteca real
guardan más de un ejemplar.
Aquí en Conil, tu pueblo, por siempre nos va a quedar
la esencia de gran poeta, que nadie se puede llevar.
Concha Gorostiza Dapena
Derechos reservados
Conil, 22 de abril de 2016
jueves, 28 de abril de 2016
Carmen Perez Martel
Las calles quedaron desoladas por tu ausencia.
Tus juegos, tus risas, se perdieron en el tiempo.
Aunque te fuiste muy pequeño te embriagó el encanto de este pueblo.
Esos recuerdos de niñez recorriendo las playas, los campos, ”rincones de ensueño”.
Permanecieron para siempre en tu mente y fueron fuente de inspiración reflejándolo en bellos textos, que hoy queremos recordar para que tus rimas vuelvan a recorrer las calles como en aquellos tiempos; adentrándose como un hilillo al viento desde la torre, a la iglesia,
saltando por los techos de las casas blancas,
planeando entre los pinos y bañándose en el mar
y así renaciendo el recuerdo del hijo que vuelve a su tierra
a través de la pluma, encarnada en poesía y rimas infinitas,
recitadas con mesura para que sus gentes recuerden a un poeta que fue Conileño
y no olvidó reflejar en su obra a Mergablo como su pueblo.
Tus juegos, tus risas, se perdieron en el tiempo.
Aunque te fuiste muy pequeño te embriagó el encanto de este pueblo.
Esos recuerdos de niñez recorriendo las playas, los campos, ”rincones de ensueño”.
Permanecieron para siempre en tu mente y fueron fuente de inspiración reflejándolo en bellos textos, que hoy queremos recordar para que tus rimas vuelvan a recorrer las calles como en aquellos tiempos; adentrándose como un hilillo al viento desde la torre, a la iglesia,
saltando por los techos de las casas blancas,
planeando entre los pinos y bañándose en el mar
y así renaciendo el recuerdo del hijo que vuelve a su tierra
a través de la pluma, encarnada en poesía y rimas infinitas,
recitadas con mesura para que sus gentes recuerden a un poeta que fue Conileño
y no olvidó reflejar en su obra a Mergablo como su pueblo.
martes, 26 de abril de 2016
Presentación del libro Poemas
Marta Palenque, (Prf. de la Univ. de Sevilla), Juan M.Bermúdez, (Alcalde de Conil), Jose L. Rubio, (Coordinador de la Revista Azahar)
Pepe Gil y Marta Palenque autora de la recopilación de las cartas de Zorrilla a Velarde.
Grupo de lectoras del acto de presentacíon
Pepe Gil, José Luis Rubio, Marta Palenque, Juan M. Bermúdez
miércoles, 20 de abril de 2016
martes, 19 de abril de 2016
sábado, 19 de marzo de 2016
La Odalisca
Castilnovo (Gabriel de la Riva)
La Odalisca
El caudillo abencerraje,
del rey favorito y deudo,
a orillas del Darro tiene
un alcázar tan soberbio
que la misma
Alhambra envidia
sus mármoles y
arabescos,
esmaltes y
entalladura,
techumbres y
pavimentos.
Mas si en artesones
de oro,
atauriques
pintorescos
y resaltadas
cornisas
son ricos los
aposentos,
nada igual a los
jardines,
que hacen pensar en
el cielo
con sus fuentes de
mosaicos,
kioskos y baños
turquescos
albercas y
surtidores,
Arriates de
azulejos,
laberintos de
arrayanes
y bosques y
limoneros.
En una noche de
estío,
de esas de dulce
misterio,
en que al amor y al
reposo
convidan al mismo
tiempo
del ruiseñor las
querellas,
de las flores el
incienso,
las miradas de los
astros
y los suspiros del
viento,
la mora espera a su
amante,
perdida la mente en
sueño,
en un pabellón
morisco
de enredaderas
cubierto.
Echada está en
alcatifas
y almohadones
damascenos;
lleva brial y seda
jalde,
de perlas bordado el
velo,
ajorcas de
filigrana,
sandalias persas de
cuero,
y un abanico de
plumas
de pájaros del
desierto.
Ya a una blanca
margarita
pide nuevas de su
dueño;
ya las hojas de una
rosa
en su frente va
rompiendo;
rosa que, con ser su
hermana,
tiene amarguísimos
celos
del color de sus
mejillas
y el aroma de su
aliento.
Una red de sirgo y
perlas
aprisiona sus
cabellos,
que si fueran
desatados,
arastráran por el
suelo,
y, al mirar,
abrasarían
sus rasgados ojos
negros,
si las sedosas
pestañas
no templasen sus
destellos.
Rojos y húmedos
labios
y a la sonrisa
entreabiertos,
cuando los cierra,
parece
que van a estallar
en besos,
y si sueña con
amores,
toma su mórbido
seno
del ala de la paloma
el vivo
estremecimiento.
Tiene el candor de
la niña,
de la mujer el
despejo,
de una reina la
arrogancia,
y de la heroína el
denuedo.
Si la miran, se
sonroja
cual brasa que aviva
el viento;
si la ofenden, ruge
altiva
o abruma con su
desprecio;
y su corazón se
mueve
a todos los
sentimientos,
a los que surgen del
mundo
y a los que bajan
del cielo,
como junco de ribera
al que estremecen a
un tiempo
la brisa que va
volando
y el agua que va
corriendo.
José Velarde
Fragmento de una
leyenda inédita que, ilustrada por el Sr. Pellicer, publicará en
breve la casa editorial barcelonesa de los Sres. Espasa y Compañía
sábado, 12 de marzo de 2016
jueves, 28 de enero de 2016
Diario de Cádiz 1917
CONIL
Notillas inarmónicas
Notillas inarmónicas
Programa Cine Moreno año 1953
Aquel barracón de madera con techo de muselina, que denominó su dueño rotundamente Cine Moreno, por aquello de que en la capital existe uno que se llama Cine Escudero; aquel teatrillo diminuto donde tuvimos el gusto de admirar las dotes de cancionista de Pilar García, después de haber visto desfilar por su escenario tanto y tanto molusco con pretensiones de artista, que nos estaba haciendo ya renegar de Euterpe y de Talía, de Terpsícore y hasta del mismísimo tonante Júpiter, que no sabemos para cuando guardaba sus rayos aniquiladores; aquel saloncillo presuntuoso en el que hubo noches que hubiéramos preferido hallarnos haciéndole compañía al dios Vulcano, en las profundidades del Etna, donde tal vez hubiésemos estado con mucha menos calor y con más comodidad; aquel teatrillo, repetimos, contra el que no protestamos en toda regla porque lo considerábamos como el primer paso que se daba en esta villa en el terreno del arte, desapareció para siempre, y mirando hacia el sitio donde se asentaba halla la vista el consuelo del verdor de los arbolitos de la Huerta Primera, la visión agradable de un trozo de campiña y allá a lo lejos, como un bello rompimiento de gloria, el azul intenso del mar Atlante.
Actuaciones
Mas si no se hubiese levantado, en otro sitio, y en mejores condiciones, otro nuevo teatro, nuestra pena sería inconsolable; pues un teatro en un pueblo, por muy malo que sea, es para las almas que perecen de sed de ilusión como una fuente cristalina en medio del desierto.
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