El río, el mar, el cielo
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No[viem]bre 13 [1891]
Mi querido Velarde: veinte meses hace con este en que estamos que no voy a la Academia, ni a teatro, ni al Ateneo, ni he visto aún a la reina después de mi inverosímil coronación, ni recibo más que el médico. En este tiempo he tenido tres muertes en la familia y mi mujer continúa en peligro de ella cada semana: anoche mismo la dimos por perdida al segundo desmayo, que la duró hora y media. Esto no es vida, mi querido pepejo, ni yo tengo ya más esperanza que la de no poder resistirla. Vamos al asunto.
Mañana iré por primera vez a comer con la Duquesa y el jueves iré a la Academia a ver lo que hay. Creo que se vota a Barbieri para la vacante de Alarcón, según reza el aviso de la secretaría.
Moguel vino ha verme hace mucho tiempo y yo estaba entonces, y estoy todavía, por él, sin necesidad de que V. me recordara mi deber; falta que reemplazar a Gabino Tejado y a Cañete, pero desde el escándalo de la votación de Commelerán creo que se ha convenido en que habrá una sesión secreta para ponerse de acuerdo y votar al electo por unanimidad.
Yo haré lo que sepa y pueda, pero allí no manda nadie más que Cánovas. ¿Cómo está Moguel con él?
Los médicos se oponen a que yo salga de noche, pero habiendo asistido a mi beneficio (¡!) no puedo negarme a la duquesa. Si va V. por su palacio mañana, aunque no esté convidado a la mesa, hablaremos de esto y de otras cosas.
Besos a los niños, cariñosos recuerdos a la buena moza, y suyo siempre su estúpido viejo
J. Zorrila
Boletín de la Real Academia Española Tomo LXXXVIII Cuaderno CCXVIII Julio-Diciembre de 2008
Cartas de José Zorrilla al poeta José Velarde (1881-1891)
Marta Palenque
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