Sevilla 23 Julio [18]78
Querido Luis: sigo de un humor de
perros. Nada escribo y muy poco me aprovecha lo que leo.
Mi libro aún no se ha repartido a los
periódicos, según carta de ayer de Madrid.
Álvarez Espino me ha hecho un artículo
que ya leerá V. cuando vuelva por aquí.
Cavestany se marchó a baños a Cádiz
el sábado nos leyó a Cano y a mi en su casa el drama. El asunto es
pobre pero está bien llevado, principalmente en el 2º acto que creo
de mucho efecto.
El 3º me parece lánguido. Está mucho
mejor versificado que “El esclavo de su culpa” y abunda en
pensamientos elevados tiernos y profundos.
Tiene indudablemente muchísimo talento
este chico.
Cavestany volverá por aquí y entonces
conocerá V. la obra. Esta se encuentra disputada por Vico, cuyas
cartas he leído y por Ducarcal, es decir por Apolo y por El Español.
Serios disgustos le va a costar; pues es peligroso dejar descontentos
a cualquiera de estos sujetos.
Sigo yendo al café yo solito, pues
Álvarez no puede por tener al dependiente fuera y los demás
contertulios se han desparramado por esos mundos de Dios.
Estoy en un todo conforme con lo que me
dice V. de Cano; pero tiene la cabeza dada a pájaros y trabaja muy
poco.
Núñez de Arce ha mandado a Álvarez
las nuevas poesías que han de ir en la 2ª edición de “Los
gritos del combate”
Estas son una traducción del catalán
en verso libre de “La sombra del Cesar” trabajo de V. Balaguer;
un soneto a la libertad y el himno a la paz.
Me gustan mucho menos que las otras
poesías del libro. Es más creo que desdicen de su reputación.
Todavía me parece que ha de pasarse V.
10 o 12 días en ese pueblo si es que quiere traerse concluido su
trabajo.
Adiós, amigo mío, véngase pronto y
recibe un abraso de su admirador y compañero
Pepe
Esta carta se conserva en la Bibliotea General de la Universidad de Sevilla
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