Pozo del Prado Castilnovo
La llama del sentimiento,
si la toca la razón,se convierte en fuego fatuo,
que ni da luz ni calor.
El pensamiento más frío,
si toca en el corazón,
se enciende en llama que brilla
y calienta como el sol.
Feliz viva en su cordura
y tibieza el pensador
que al cariño pone tasa
y freno a la inspiración.
A ser tan cuerdo, mil veces
la insania prefiero yo,
y á ser tan tibio, abrasarme
en un incendio de amor.
José Velarde
Heraldo de Madrid 19/1/1895
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