Patria (manuscrito Velarde )

A S.A.R.La Infanta Dña. Paz de Borbon

Belleza no hay, ni majestad, ni hechizo
que tanto me fascinen cual las glorias
de la patria que adoro y divinizo
llena mi mente está de sus memorias,
lleno mi corazon de amor por ellas
cual la tierra y el mar de sus victorias.
mas !ay¡ que al evocar la edad aquella
en que sus hijos grandes y viriles
la hicieron fuerte respetada y bella;
y al verla hoy presa de congojas miles,
los grandes sabios charlatanes hechos
y los caudillos mercaderes viles
sin fe las almas, sin valor los pechos
la honra sin culto, barbaro el idioma
y los altares de Jesus deshechos;
del Dios imploro que los vicios doma
que arroje sobre tanta villania
las llamas que abrasaron a Sodoma.
---------
!Quien hubiera logrado ver el dia
en que el fiero leon de nuestro escudo
los campos castellanos recorría,
la crin revuelta y el mirar señudo,
de ira en la boca sanguinosa baba
y desgarrando con zarpazo rudo
el corazon de la morisma brava
que huyendo de la muerte con espanto
a los desiertos livicos tornaba¡
escarmiento de infieles y quebrantos
los persigió en Oran y hasta en las olas
del golfo alborotado de Lepanto
y anheloso de hechos y aureolas
y hallando sus hazañas poco grandes
los lindes de las tierras españolas,
clavo sus garras en Italia y Flandes
e hizo de asombro enmudecer la tierra
al rugir en las cumbres de los Andes.
--------------
Mil veces con amor pense en la guerra
como vivo cauterio al ocio blando
que de los pueblos el valor destierra,
y otras diez veces me dormí soñando
que el polvo de la muerte sacudia
en la tumba al Apostol venerado,
y su pro y su honra de la patria mía,
resurgiendo el pendon y la armadura,
a convatir magnanimo volvia.
Levantarse le vi en la sepultura
y recorrer del templo al laberinto
en el silecio de la noche oscura;
medrosos retumbando en el recinto
de su paso el rumor y el resonante
rugir del hierro que llevaba al cinto;
despues, en fortaleza semejante
al ariete que el muro desportilla,
desencajar la puerta rechinante
y echar, al fin, a su corcel la villa
y al grito de "!Santiago y cierra spana¡"
lanzarce hacia los campos de Castilla.

Madrid Septiembre de 1883