domingo, 23 de junio de 2019

Velada en el ateneo

Recorte de prensa
¿Triste suerte la del merito que necesita, casi siempre, desaparecer y morir para ser por todos aplaudido y ensalzado.
José Velarde bebió muchas veces, en su vida de poeta, la amargura de grandes injusticias; su carácter apasionado y su espíritu sensible, que le hacían no poder prescindir de cierta menudas pasiones a las que está expuesto todo hombre que busca el aplauso o censura del público, sintieronse heridos repetidas ocasiones con dardos que consideraba inmerecidos; y sin que nosotros desconoscamos sus defectos, es indudable que fue objeto de exageradas criticas, en las cuales llegó a negarsele hasta que fuese buen versificador.
Anoche el Ateneo, rindiendo justo tributo de cariño y aprecio a su memoria,dio una velada en su honor. La docta casa recordaba los mejores y mas aplaudidos tiempos de su historia. Llenas por completo las tribunas de señoras, a tal punto, que muchas de ellas invadieron los escaños destinados a los socios,  y presentes multitud de literatos, eruditos, periodistas y políticos, el salón de sesiones ofrecía un variado y pintoresco golpe de vista, propio sólo de las grandes solemnidades.