miércoles, 27 de julio de 2011

15ª Carta de Lucia Castro viuda de Velarde a Luis Montoto

Madrid Mayo 23/917
Sor Dn Luis Montoto
Muy distinguido amigo: su carta de V. Me ha dejado anonadada.
Es cierto que los años y las penas no se pasan en balde.
Lo se por triste experiencia y lamento muy de veras las que V. sufre y el haber sido quizás impertinente con V. por ignorar sus últimos males.
Ruegole mil perdones; si me atreví a ello fue no solo fiada en su promesa de tantos años sino en lo que me dijo el pasado en Sevilla: que le bastaba un mes para terminar el trabajo sobre mi inolvidable marido por tenerlo hilvanado y hasta mucha parte publicado, y me interesaba terminar y publicar la edición bajo la protección de Burrell; pero si ha de salir el libro sin un prologo-biografia prescindo gustosa de la utilidad con tal de encabezarlo con su firma de V. y creo interpretar fielmente con esta decisión la voluntad del poeta que tanto le quiso y admiró en vida..
nada hay seguro en la desdichada época que atravesamos, pero por el momento parece perdurable la citada de Burrell en el ministerio.
Si Dios N. S. da a V. salud como se lo pido y deseo tal vez pueda V. Sin grandes prisas terminarlo a tiempo de que yo no me perjudique y el libro salga honrosamente patrocinado.
Reiterole mil perdones por mi insistencia, me animan a ello frases de afecto de su carta y la verdadera amistad y educación que también tuvo V. por el olvidado poeta.
Con recuerdo de mis hijos quedo de V. atentísima amiga y reconocida admiradora q b s m
L Castro Vda de Velarde
E/C Madera 9
Esta carta se conserva en la Biblioteca General de la Universidad de Sevilla

viernes, 22 de julio de 2011

Zaida

Patio C/ Baluarte

ROMANCE MORISCO

Zaida, que al rey de Granada
En red de amor tiene preso,
Á orillas del Darro habita
Un Alcázar tan soberbio,

Que envidia la misma Alhambra
Sus mármoles y arabescos,
Esmaltes y entalladuras,
Techumbres y pavimentos.

Mas si en artesones de oro,
Atauriques pintorescos
Y resaltadas cornisas
Son rico los aposentos,

miércoles, 6 de julio de 2011

Alegría (canto V segunda parte)

Torre de Guzmán

CANTO V (1). SEGUNDA PARTE.

VIII.

Apenas se apartó del señor Cura,
Joaquín corrió al encuentro de Manolo,
Quien, con su negra pesadilla solo,
Ardía en rencorosa calentura.

— ¡Hola—Joaquín le dice—buena pieza! —
Y procurando hablar con mimo y gracia,
Este breve discurso le endereza,
Lleno á su parecer de diplomacia:

— Ni tienes tú para el oficio rejo,
Ni puedo consentir que apenas mates
Con tonterías á tu pobre viejo.
¿Qué haces tú con nosotros? Disparates.
Ni acechas con la astucia de la zorra,
Ni atacas como el lobo;
A pesar tuyo te repugna el robo,
Y miras el dinero con pachorra:
En fin, que eres un bobo
Que en nuestro oficio se metió de gorra.
¡No me mires así ni te alborotes!
Vuelve á tu vida antigua,
Y déjate de andar en estos trotes,
En los que apenas sirves de estantigua.
Tu padre, como fruto que se agosta,
Se ha quedado en les huesos y el pellejo,
Y se irá de este mundo por la posta,
Sin tu amor, tu compaña y tu consejo.
A su lado, Manuel, te llama el sino.
Aquí eres, ya lo sabes, un engorro;
Con que en marcha, y que alumbre tu camino
La Santísima Virgen del Socorro.