domingo, 22 de agosto de 2010

Otro timo literario

Entre las composiciones poéticas más sentidas, mas dulces, más bellas y mas cariñosas del fallecido vate Jose Velarde, figuran las de que nos complacemos en reproducir algunas estrofas, y que hemos leído y releido, emocionados siempre,en distintas revistas, en sus "Obras completas", y en una recopilación de las más escogidas, titulada "Voces del Alma", que tenemos a nuestra vista:

A mi Padre

Tu nombre ¡oh Padre! sírvame de égida:
Otro no acierta a pronunciar mi lengua
En los recios combates de la vida.

No pido al grande, de mi honor en mengua
Arrimo que en la lucha me sustente...
Valor prestado es un valor que amengua:

Me agravia la merced, y solamente
Tu paternal consejo humilde acato,
Y ante Dios y ante ti bajo la frente.

No taches, no, mi orgullo de insensato:
Del grande el triste don sólo se paga
Humillándose vil, o siendo ingrato.

Deja, sí, que en tu gloria satisfaga
El cariño filial, eterna hoguera
Que ni aun el soplo de la muerte apaga;

Y que ponga en mi libro por bandera
Tu nombre, que respeto, que bendigo,
Que endulzará mis labios cuando muera.


En Enero de 1876 está escrita la composición anterior; y en febrero del mismo año, lo siguiente:

A mi Madre

Al recordarte, madre, aunque maltrecho
Está mi corazón, vivo golpea
La quebrantada cárcel de mi pecho;

Mi labio bendiciones balbucea,
Y truécase en suspiro, en leve brisa,
El grito de furor que en mí bravea.

¡Cuán triste llego a ti! ¿Ves mi sonrisa?
Es del dolor la amarga crispatura,
¡Ay! del dolor que hoy llevo por divisa.

En ti busca consuelo mi amargura;
El hombre es sordo a la desdicha ajena;
Tú, fuente inagotable de dulzura.

¿ Quieres, madre, saber cuál es mi pena?
Mi pena es el vivir. ¡Ay! que la vida
Al tormento del mundo me condena.

Hasta aquí nuestro preclaro, nuestro ínclito paisano Pepe Velarde, el delicado, el exquisito, el singular y discutido poeta, tan mimado por su público contemporáneo, tan favorito de Alfonso XII.
He aquí, ahora, la composición del llamado poeta sudamericano Emilio Arnaiz Blasco, integrante del libro en prensa " Granitos de oro" y publicada en uno de los últimos números del Diario de Cádiz:
 
Tu nombre, ¡ oh madre! sírvame de egida:
Otro no acierta a pronunciar mi lengua
En los recios convates de la vida.
 
Mi labio bendiciones balbucea
Y truécase el suspiro, en leve brisa
El grito de furor que en mi bramea.
 
¡Cuan triste llego a ti!.¿Ves mi sonrisa?
Es del dolor la amarga crispadura,
¡Ay! del dolor que llevo por divisa.
 
En tí busca consuelo mi amargura.
El hombre es sordo a la desdicha ajena:
Tú, inagotable fuente de dulzura.
 
¿Quieres, madre, saber cuál es mi pena?
Mi pena es el vivir; ¿ay! que la vida
Al tormento del mundo me condena.
 
¿A que seguir?... ¿A qué dar proporciones a este trabajo?
¿No está, no se ve claro, patente, manifiesto y palpable la sustración, el timo literario?...
 
FORMACIÓN: que lo menos que puede hacerse con esta clase de timadores es sacarlos a la vindicta publica para que ella y no nosotros sea quien le juzgue.
Además no podemos menos de protestar respetuosa, pero energicamente, como buenos conileños, de que se pretenda despojarnos de lo poco bueno que poseemos, y de lamentar la negativa que, en un momento de ofuscación, sin duda, opusiera el alma de un importante diario local, a las pretensiones de un ilustre y cultisimo escritor que intentó a su tiempo poner de manifiesto el timo literario que dejamos transcrito.
 
Un Conileño

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