jueves, 6 de noviembre de 2014

La Primavera


Majadales de Roche

Saliendo de su lánguido desmayo,
Naturaleza toda resucita
Al fecundo calor del sol de Mayo.
Las entrañas benéficas visita
De la madre común vívido rayo,
Y las semillas que ateridas duermen
Hinchadas rompen su corteza dura,
Y se hace planta el germen,
Y brota, y crece, y cubre la cañada
De una mullida alfombra de verdura
De arabescos de flores recamada.

Todo obedece al mágico conjuro:
El vendaval se trueca en blanda brisa;
Vestido el cielo de su azul más puro
Se mira absorto en el cristal del río,
Y en el alba á la flor con su sonrisa
Le manda una diadema de rocío;
La yema se hace pámpana frondosa,
Rojo y dorado tul la densa bruma,
La oscura larva blanca mariposa,
La nieve arroyo, el arroyuelo espuma,
El brote tallo y el capullo rosa;
Entona al anidar su cantinela
El avecilla que de amor se abrasa;
El insecto parece flor que vuela
Agitando unos pétalos de gasa;
Naturaleza toda canta en coro,
Y arrastra el aire en sus revueltos giros
Aroma, y suspiros,
Y cascada de luz en ondas de oro.

Abril, 1879

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